viernes, 28 de diciembre de 2012

De nuestro Catálogo



Los profesores de lengua y literatura suelen quejarse de que los estudiantes no saben escribir, pero el estudiante no sólo tiene problemas con la gramática. Pasar de la lengua oral a la lengua escrita, trasladar al papel lo que se siente o se piensa, y hacerlo bien, supone un proceso de aprendizaje en el que la única herramienta posible es la práctica: escribir y escribir. Hay que introducir en el salón de clase la disciplina de la escritura, para que escribir llegue a convertirse en una costumbre.

El Profesor Feliciano Rivera ofrece en este libro unos 170 talleres, divididos en diferentes categorías: de poesía, de adquisición de vocabulario, de autoconocimiento, de exposición y argumentación, etc., para que cuando el maestro o la maestra necesite prac­ticar alguna destreza particular, tenga acceso a actividades sistemáticas y divertidas a fin de que el estudiantado escriba.

Fondo Crítico



Convergencia, emoción y crisis: los periodistas en Puerto Rico evalúan su campo en el siglo XXI

Lourdes Lugo-Ortiz / Internet ha revolucionado las formas de acceder, producir y transmitir contenido de corte informativo, lo que ha impactado no solo las estructuras económicas y organizativas de los medios tradicionales, sino también las rutinas profesionales de los periodistas. Este fenómeno de corte global –delimitado principalmente por el grado de conectividad a la red que tiene cada país–, también ha acontecido en Puerto Rico.

La reestructuración de las salas de redacción y la experimentación con diversas estrategias periodísticas para atrapar la atención de la audiencia constituyen algunos de los giros que han moldeado las prácticas de los que hacen la noticia. En tanto sujetos productores de información al interior de las empresas mediáticas en que laboran, el peso de la ejecución de los cambios influidos por la web ha recaído en los hombros de los mismos periodistas. En reconocimiento a que poseen una mirada privilegiada para valorar su campo profesional, este ensayo se dirige a explorar, mediante el método de la encuesta, cuáles, según ellos, son los principales retos que enfrenta el periodismo ya finalizada la primera década del siglo XXI.

Comentarios



El autor mira el texto desde adentro; el crítico lo ve a la distancia. Luego de que se monta el tinglado hay muy pocas cosas que se puedan hacer para cambiar los planes originales. El díscolo que reescribe lo que la memoria alocada remite, solo cuenta con el instante y este es efímero como la vida. Por eso la obra no es más que la lectura de los otros. Con ese semejante que nos relacionamos a la distancia. Los sentidos son como decía Gadamer, conjugaciones de distintos horizontes. No se puede escribir con la crítica; ella es un metarrelato. Lo cierto es que el crítico debe tener una formación que le ayude a diseñar los planos y a lanzar el hilo que Ariadna siguió en el laberinto de Teseo. Lo demás le pertenece al Minotauro.

Pero no debemos olvidar que Cervantes y su Alonso Quijano ejercieron la crítica. No es nada nuevo el asunto. Para mí, como creador, no hay crítica superior al texto. Al alejar al autor conocido del texto se logran visiones desde abajo que solo son pertinentes para el crítico cuando la obra salta las talanqueras de la cotidianidad y aparece como lo realizable del texto dentro de la tradición literaria. El autor tiene una relación más directa con los lectores, y conseguirlos, en un mundo en que se lee poco y superficialmente, es un inmenso regalo que la crítica no puede suplantar.

(Miguel Ángel Fornerín, escritor dominicano).

No es la misma persona la que escribe y la que publica. He tratado siempre de mantener una continuidad en la escritura sin estar pensando en cuándo voy a publicar un libro, en qué momento, con qué ritmo. No soy de aquellos que creen que tienen que estar siempre presentes, para no ser olvidado, como se dice. Al contrario, la idea de que un escritor pueda ser olvidado me parece bien: debe ser olvidado de vez en cuando así en todo caso luego se produce un reencuentro o un cambio. No me parece que la insistencia de la publicación deba ser el horizonte de un escritor. El horizonte debe ser tratar de darle al texto que se está escribiendo la mayor cantidad de tiempo para mejorarlo hasta donde se pueda. Lo que desde luego no garantiza nada.

(Ricardo Piglia, escritor argentino).

Lector y literatura

Un buen lector no es nada más literario. Hay muy buenos lectores de matemáticas, de física o de astrofísica, como la llaman hoy, o un traductor. Nada más piensa en la satisfacción del lector que puede estar a punto de lograr lo que él considera una traducción perfecta o conseguir, por fin, comprender una fórmula química. Cuando lo consigue, el efecto puede ser tan emocionante como la lectura de un poema o un cuento, es una emoción casi orgásmica de tan intensa, ¿o no?

(Felipe Garrido, escritor mexicano).

sábado, 8 de diciembre de 2012

De nuestro Catálogo / El teatro de Luis Rafael Sánchez


El teatro de Luis Rafael Sánchez, de Eliseo Colón Zayas, expone el desarrollo del dramaturgo puertorriqueño a partir de un estudio de los códigos, la ideología y el lenguaje de sus textos. Tres momentos componen el teatro de Luis Rafael Sánchez. El primero es un teatro de enfrentamiento consigo mismo: génesis de un código; el segundo, teatro de asimilación técnica e ideológica; y el teatro de madurez: realización de un código.

El oficio de escritor