jueves, 7 de junio de 2012

El secreto de la gran novela americana y la muerte del lector



Quizás la clave [de la gran novela americana] está en que aquí no hemos tenido que abrazar escuelas. No existe la escuela de Nueva York, ni la de Chicago, ni la de Newark... Los escritores estamos disperos en este enorme país y no nos parecemos ni en el estilo ni en los lugares que usamos como referencia. Nos diferencia también el 'background', casi todos somos descendientes de inmigrantes y tenemos un punto de partida distinto. Los autores americanos son más originales, por así decirlo: es muy difícil encontrar dos que se parezcan. Aquí nunca nos hemos preocupado demasiado por la teoría, como hacen por ejemplo los franceses. En la novela americana, la única frontera es el talento individual.

No estoy diciendo que el escritor americano sea más libre que el escritor español o que el escritor alemán. Pero sí es cierto que el escritor americano es un poco la fábrica de sí mismo, hace su propio producto y se esmera para que sea muy distinto al de otros. Ésto no tiene que ver con la libertad política, ni siquiera con la libertad creativa... En todo caso, es la libertad para no ser miembro del rebaño.

[...]

Siempre habrá novelas, mientras haya novelistas... Lo que vaticino es algo muy distinto: la muerte del lector. Desde que arrancó la cultura visual, con el cine y la televisión, las pantallas se van multiplicando. Y hay que reconocerlo: la pantalla es más estimulante que el libro. El libro exige concentración, paciencia, tiempo, actividad mental. Los libros requieren lectores devotos, pero la audiencia está cada vez más distraída.

(Philip Roth, escritor norteamericano, Premio Príncipe de Asturias)
Fuente: ElMundo.es



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