domingo, 16 de marzo de 2014

Astrolabio / La literatura en la red


  • ¿Quién puede seleccionar los 10 mejores libros en la historia de la literatura?
  • Joyas de la literatura japonesa ya disponibles en español
  • Tradición y vanguardia en la literatura se complementan
  • El Yo en la literatura de hoy... o la opresión de la muchedumbre
  • El poder indiscutible de contar historias
  • Paradojas de la literatura cubana y el exilio
  • La recepción de la literatura chilena en Alemania se renueva
  • Agustín Fernández Mallo habla del limbo en su narrativa
  • Malos tiempos para los chicos malos de la literatura



Una lista cuestionable de los diez mejores libros en la historia de la literatura.

¿Son éstos los 10 mejores libros en la historia de la literatura?
pijamasurf.com

La histórica relación del hombre con la literatura es por sí sola. El simple ejercicio de imaginar las innumerables formas en que los libros, sobre todo las grandes obras, han repercutido en el curso de la historia humana es desbordante. Cualquier lector tendría que reconocer la injerencia de sus lecturas dentro de su camino individual, y aún inconscientemente seguro que diversos autores, personajes, escenas y paisajes han impreso una huella significativa en su actual identidad.

Cada quien tiene su propio jardín literario, compuesto por aquellos libros que nos narraron historias perfectas para complementar etapas personales, enriqueciéndolas a través de la confrontación, el consuelo, la sublimación, o algún otro instrumento de esos que sólo la literatura maneja con elegante destreza. Pero entonces, ¿cómo definir cuáles han sido los mejores libros de la historia?, ¿a qué criterios echar mano en esta tarea condenada a una cierta subjetividad?, ¿quién es lo suficientemente ‘alguien’ para determinar por nosotros esta selección?



50 Grandes Novelas de la Literatura Japonesa para leer en español
lecturasindispensables.blogspot.com
50 Grandes novelas de la literatura japonesa.

La literatura japonesa contiene muchas joyas que están aún por ser descubierta por los lectores de habla castellana. Gracias a grandes autores como Haruki Murakami, Yukio Mishima, Yasunari Kawabata (Premio Nobel de Literatura 1968) o Kenzaburō Ōe (Premio Nobel de Literatura 1994), varias editoriales se han lanzado a la traducción y publicación de grandes obras de la literatura japonesa. Compartimos aquí una lista de 50 Grandes Novelas de la Literatura Japonesa para leer en español, que si bien se centra en unos cuantos autores, la presentamos como abre bocas, invitando a nuestros lectores a compartir en los comentarios otras novelas de la literatura japonesa que pueden encontrarse en español.







Proteger la literatura tradicional: Es un decir. Jenn Díaz
microrevista.com

Cubierta de la novela "Es un decir", de Jenn Diaz.

Álvaro Colomer / En todas las generaciones de escritores ocurre lo mismo: un grupo defiende la literatura experimental, la narrativa vanguardista, la novela como entidad evolutiva que se yergue sobre el cadáver de sus antecesoras; y otro protege la literatura tradicional, la ficción de carácter autóctono, el estilo que sigue el camino trazado por sus predecesores. Ninguno de los dos tipos de escritores tiene más razón que el otro, ninguno es más afín al ‘espíritu de los tiempos’ que su contrario, ninguno merece la atención del público si no trae el soporte de una obra de gran calado. Simplemente son dos formas de encarar el trabajo de novelista y ambas encuentran asiento entre los lectores: la primera, gusta más a los modernillos, a los rupturistas, a los transgresores, y la segunda, a los clasicones, a los continuistas, a los tradicionales. Y así ocurre –y seguirá ocurriendo- en todas las generaciones de escritores, en todas las etapas de la literatura española, en todas las discusiones de la prensa especializada. Es, por llamarlo de algún modo, el eterno retorno del debate literario.


El Yo en la literatura contemporánea
www.culturamas.es

Schnitzler.

Francisco Arbós / «¿Cuáles son aún las posibilidades del hombre en un mundo en el que los condicionamientos exteriores se han vuelto tan demoledores que los móviles interiores ya no pesan nada?», se preguntaba Milan Kundera en una conferencia leída en Estados Unidos en 1983, y publicada bajo el título "La herencia desprestigiada de Cervantes" en su obra de ensayo El arte de la novela (1986; Tusquets Editores, 1987). Es decir, hace casi treinta años. Sin embargo, nada parece indicar que dicha pregunta haya perdido un ápice de su vigencia. Al contrario, el souflé del hipercolectivismo cultural continua su progresiva inflación y lleva más huevos que nunca, hasta el punto de haber alcanzado, a día de hoy, unas proporciones casi monstruosas. ¿Acaso alguien se atrevería a afirmar que transita libre de toda presión social o histórica? ¿Ha conseguido el hombre del siglo XXI zafarse del inmenso peso de la muchedumbre para labrarse un minúsculo reducto, ni que sea, en el cual desarrollar una identidad más pura y por lo tanto menos influenciada por la opresora necesidad de atesorar un reconocimiento colectivo o un mejor posicionamiento en esa versión de la historia que lleva tantos años contándose?


¿Por qué contar historias es el arma definitiva?
pijamasurf.com

Ilustración sobre el Caballo de Troya.

Hasta hace poco hemos sido capaces de especular sobre los efectos persuasivos de un relato, pero la psicología durante varias décadas ha estudiado este fenómeno.

Peter Guber es autor de Tell to Win (Decir para ganar). Él afirma que los humanos no somos simples depósitos de datos. Nuestra mente decodifica, interpreta y analiza absolutamente todo lo que percibe a través de los 5 sentidos. Para Guber, la mejor manera de conectar con alguien es a través de la frase “Érase una vez”.

Bastante plausible, pero las historia sobre el poder de una narración suelen ser antiquísimas. La Biblia es quizá el ejemplo más loable para tal aseveración.


Cuba, literatura y exilio: Estertores de la condición paradójica
palabrasdelquenoesta.blogspot.com

Ilustracion.

Armanda Yera La O / En diciembre de 2013, Armando Yero La O, periodista de CMKX Radio Bayamo, en Cuba, envió un cuestionario al también escritor bayamés José M. Fernández Pequeño acerca de la literatura cubana escrita por emigrantes y sus posibilidades reales para alcanzar al lector de la Isla. La entrevista fue colgada en Sol Bayamo, blog que realiza el entrevistador, donde apenas permaneció on line trece horas, exactamente el transcurso de una noche. En atención al espacio, El Exégeta reproduce ahora las preguntas fundamentales de la entrevista, cuyas respuestas han sido aligeradas además de datos, nombres y explicaciones innecesarias para un lector radicado fuera de Cuba. El texto, en sí mismo, puede ser leído como una paradoja pues la argumentación que desarrolla termina por explicar la naturaleza de una orden de censura que aún no había sido emitida en el momento en que las preguntas estaban siendo respondidas (Ena Columbié).

Yero La O: ¿Qué opinas acerca del acceso del lector de la Isla a la obra de escritores cubanos que están escribiendo en el exterior?


Presencia y recepción de la literatura chilena en Alemania
www.dw.de

Escritores chilenos en la Feria del Libro de Leipzig.

La presencia de los novelistas Nona Fernández y Carlos Labbé en la reciente Feria del Libro de Leipzig y en una velada especial dedicada a la Nueva Literatura Chilena en el Instituto Cervantes de Berlín representa, en palabras de estos creadores, un hito en la promoción, en Alemania de la nueva generación emergente de escritores chilenos a la que ambos pertenecen.


La traducción al alemán de las novelas Mapocho y El cielo, de Nona Fernández, por la editorial austriaca Septime, y de Navidad y Matanza, de Carlos Labbé, en la casa editora alemana Lateinamerika llega en un momento de desfase entre el alto nivel de la literatura latinoamericana y su recepción en el universo editorial de la lengua alemana, luego de épocas de una gran receptividad que permitieron la traducción al alemán de movimientos literarios fundamentales como el boom en los años 70, el post-boom en los 80 y la nueva novela negra o neopolicial latinoamericano de la década del 2000.

Agustin Fernandez Mallo.
Entrevista a Agustín Fernández Mallo, autor de Limbo
todoliteratura.es

Javier Velasco Oliaga / Hace escasos meses Agustín Fernández Mallo reeditó su trilogía Proyecto Nocilla en un único volumen. Llevaba años alejado de la novela, en este tiempo ha escrito cuentos y mucha poesía poética, como él denomina a esa parte de su obra. Con Limbo regresa a “las constantes de toda mi narrativa, pero de una manera diferente de abordar la trama”, nos dice en la entrevista que mantuvimos en un céntrico y tétrico hotel madrileño.
Limbo se divide en dos partes. La primera nos recuerda a esas novelas nocilla; la segunda es más personal, pues trata de un tema muy querido para él que es la música. La historia de un secuestro y la búsqueda del Sonido del Fin son las tramas que se interrelacionan como a él le gusta hacerlo. “El arte es fragmentario, lo que importa es el comienzo y el final del mismo. Entre ellos está el limbo”, explica con voz queda y un punto distraída, ya que en ese limbo es donde se desarrolla la vida y el arte.

En esta ocasión Agustín Fernández Mallo ha querido entrar más en la psique de los protagonistas, pero también ha querido hacer un discurso muy en red. Estos nuevos movimientos sociales que se basan en las redes están cambiando la forma de narrar de los escritores, “busco la contemporaneidad y la idea de los objetos toma forma en mi narrativa, ya que todos nos sentimos conectados con los objetos”, desvela el escritor gallego afincado en una isla del Mediterráneo.


¿Qué fue de los chicos malos de la literatura?
elpais.com

Chester Himes junto a Jean Giono.
Miqui Otero / ¿Qué sucede? ¿Nadie escribe ya en las servilletas de los bares ni emplea el culo del vaso como catalejo lírico? ¿No hay escritor que encuentre su futuro literario en el remolino líquido de la taza del wáter de un after-hours cuando rompe el alba? ¿No existen ya escritores que miran con ojos de lobo de Tex Avery ni que deslizan notas a las camareras y teclean con el cuello almidonado de la camisa lleno de rastros de carmín? ¿No hay literato vivo que busque bronca en los pubs ni que guarde una botella de escocés en el cajón del escritorio o que invite a los peores expresidiarios a la barbacoa de su cumple?

¿Dónde, en definitiva, están los chicos malos de las letras? ¿Los malditos de la narrativa contemporánea?
Es una pregunta que se van haciendo varias plataformas, de The New York Times para abajo. Es cierto que uno no imagina a Jeffrey Eugenides, el correctísimo autor de Las vírgenes suicidas, con la corbata en la cabeza y lanzando billetes a una stripper. Es verdad que la pasión por la ornitología de Jonathan Franzen no inspira la visión del autor agotando líneas de chupitos de tequila tamaño Gran Pirámide de Cholula. Son, en defintiva, malos tiempos para el malditismo. Malos tiempos para los chicos malos de la literatura.

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