Julia Calzadilla Núñez
La bibliografía sobre la saudade es extensísima y sobre ella podrían escribirse volúmenes enteros. Por su complejidad, un examen profundo de este tema exigiría, ante todo, el tiempo y el espacio necesarios para tratar debidamente cada uno de sus aspectos, de sus manifestaciones, de sus incidencias en la psiquis del hombre como ser humano individual y como ser social. Estos apuntes, que se limitan a acercar al lector al fenómeno de la saudade desde el punto de vista lingüístico, tratan de responder a la curiosidad despertada en muchas personas por ese término, presente en canciones, poemas y obras literarias que nos llegan de los diversos países de habla portuguesa.
A pesar de que el vocablo galaico-portugués saudade puede traducirse en español como “nostalgia”, “añoranza” o “morriña”, etcétera, su verdadero significado es mucho más abarcador. Este hecho, sin duda, ha provocado numerosas polémicas –en cuanto a la traducibilidad o intraducibilidad del término– entre los defensores y los detractores de la exclusiva “lusitaneidad” de dicha vivencia, sentimiento, emoción, cuya versión brasileña ha sido estudiada por varios autores como, por ejemplo, lo hizo Osvaldo Orico en 1940.
En ese sentido, en lo concerniente a la referida “intraducibilidad”, Manuel de Faria e Sousa (1590-1619), en su obra Lusíadas comentados (1639), menciona la discusión surgida en torno a la diferencia de matices existente entre la saudade portuguesa y la soledad española, y hace alusión al criterio sostenido por algunos de que, en castellano, no existe voz que defina con exactitud ese vocablo portugués.












R. Lamelas / El escritor chileno Jorge Edwards Valdés participó en el el congreso 'El futuro en español', dentro de una conferencia sobre la riqueza y el valor lingüístico del español. Estas fueron algunas de sus frases más destacadas:


Es un niño estadounidense de 13 años. Se llama Logan Luplante. En plena adolescencia ha desafiado la educación tradicional, que, según él, frena la creatividad. A su vez, también ha creado su propio sistema educativo, muy diferente del convencional.
Josefina Centeno R. de Valenzuela / "Un campo, tan fértil como se quiera, no puede producir frutos sin ser cultivado, tampoco puede hacerlo una mente sin aprender".- Cicerón, Filósofo romano.








