sábado, 26 de octubre de 2013

Astrolabio / La literatura en la red


Una literatura más viajera
elnuevodia.com
Ana Teresa Toro / Habrá quien diga, en medio del fervor del entusiasmo, que la literatura puertorriqueña está de moda. La aseveración suena bien y se siente como una palmada en la espalda luego de una larga carrera. Pero si buscamos hablar de romper el cerco no pequemos de insularismo. 

Ahora bien, no es exagerado decir que en los últimos años cada vez más escritores y escritoras del País han comenzado a sonar mucho más que antes -y sobre todo con mayor frecuencia- en circuitos literarios internacionales. Y ojo, no es que no haya habido una presencia importante de escritores puertorriqueños cuyas obras sirvieron para internacionalizar nuestras letras hace décadas, lo que sucede es que por lo general se ha tratado de casos muy específicos. En fin, que en la Isla se sabe y consta de sobra que existe una literatura puertorriqueña -con sus etapas y su historia- pero en el plano internacional por múltiples razones (distribución, falta de presencia editorial fuera del País, entre otras) ha permanecido esa noción de “una literatura puertorriqueña” enmarcada en un aura de invisibilidad.
Literatura perecedera para lectores clientes
eldiario.es
¿Para qué sirve la literatura? ¿Debe servir “para algo”? ¿O debemos preguntarnos mejor a quién sirve? ¿Qué lugar ocupan los autores y sus obras en la sociedad capitalista? ¿Existe una literatura expresamente ideológica, o toda literatura contiene ideología? ¿Es posible una literatura disidente, transformadora, o es un empeño fallido pues el mercado lo devora todo? ¿Pueden jugar los escritores algún papel en los procesos de emancipación política y social? ¿Y el lector, cuál es su lugar? Estas y otras preguntas están detrás del libro Qué hacemos con la literatura, de reciente publicación. Una obra colectiva que mira a la literatura desde la conciencia del momento convulso que vivimos, cuando además el entorno literario (editoriales, librerías, bibliotecas, lectores, autores) atraviesa su propia crisis. Ofrecemos como adelanto de lectura un par de fragmentos del libro.
José Ovejero: “La literatura no debe servir para escapar”
elnuevodia.com
Carmen Graciela Díaz / Para qué negarlo. El inventar es un territorio explorado por todos en algún momento, en algún lugar. Unos recurren a la imaginación a veces para llevarse mejor con la vida, y otros se aferran a ella con el fervor de una patología.
Pero, al menos, para el escritor José Ovejero (Madrid, 1958), para vivir es necesario imaginar. “Si no te quedas siempre donde estás. No evolucionas, no cambias, no inventas”, afirma con la seguridad y la urgencia que transmite en La invención del amor, el libro que lo convirtió en ganador del Premio Alfaguara de Novela 2013, uno de los referentes de los galardones literarios en español.
La memoria y la alta literatura
elcultural.es
J. J. Armas Marcelo / Incluso los fabricantes de best-sellers, convertidos en marcas comerciales por las casas editoras de sus “productos”, quieren ser considerados escritores literarios de alta literatura. Verdad que no todos los autores-fabricantes de best-sellers son escritores de baja literatura, ni mucho menos, pero tales escribidores suelen padecer una enfermedad mortal para la literatura (alta o baja): cuando escriben, e incluso antes de escribir, piensan y repiensan con sus editores si el asunto a escribir es comercial o no. Si, a priori, deciden que no lo es, el asunto, aunque sea un tema de alta literatura, se desecha y se manda al rincón de los penosamente olvidados. Conocí de primera mano la historia de un escritor “muy vendido” durante décadas que articulaba tres finales para sus novelas.
Vargas Llosa y el temor a la literatura de pantalla
elcultural.es
Mario Vargas Llosa teme que en algún momento se de la batalla final entre el libro digital y el de papel, dando lugar a una "literatura de pantalla" superficial y propagadora del conformismo. En este sentido se expresaba el premio Nobel durante la presentación en el VI Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) de su última novela, El héroe discreto, en un coloquio con la novelista española Rosa Montero.

"Temo que si se produce una batalla a muerte entre los libros digitales y los libros de papel, estos últimos queden arrinconados, pasen a las catacumbas", dijo el escritor peruano que además afirmó que si la literatura del futuro llega a ser "principalmente una literatura de pantallas, cree que una de las consecuencias negativas para la sociedad puede ser el aumento del conformismo".
Polarización venezolana, chispa para la literatura
entretenimiento.terra.es
Juan Zamorano / La polarización política en Venezuela ha sido una especie de carburante para generar literatura, pero al mismo tiempo ha abierto la posibilidad de que una generación de jóvenes escritores salga del país para escribir en el exilio, plantearon académicos y literatos de la nación sudamericana.
"En Venezuela, siendo una sociedad que actualmente se interroga mucho a sí misma y una sociedad muy polarizada, muy en crisis, eso es un combustible extraordinario para generar ficciones e historias que tienen que ver con cambios de estado y conflictos", dijo en entrevista con The Associated Press Carlos Leáñez, profesor de políticas lingüísticas en la Universidad Simón Bolivar y estudioso de la literatura latinoamericana.
Rüdiger Safranski: "Una declaración de amor a la literatura"
dw.de
El filósofo y autor Rüdiger Safranski escribe desde hace varios años sobre los grandes pensadores alemanes. Ahora presenta una obra sobre una gran figura de las letras alemanas, Johann Wolfgang Goethe, con la que conquistó el primer puesto de los libros más vendidos. Esto no es algo muy usual para un volumen de 700 páginas en el que Safranski describe con amor al detalle vida y obra del escritor. Por lo general, los primeros puestos de la lista de best sellers están ocupados por libros de autoayuda, biografías de personajes famosos o análisis políticos de actualidad. ¿Qué significado tiene esto en cuanto a las costumbres de lectura de los alemanes? Rüdiger Safranski nos lo explica.
Eduardo Mendoza: "La literatura no tiene por qué ser divertida"
elperiodico.com
Eduard Palomares / Que una entrevista a Eduardo Mendoza se titule de esta forma puede sonar a contradicción. Que un escritor capaz de idear libros como Sin noticias de Gurb y la saga del detective anónimo que comienza con El misterio de la cripta embrujada sea capaz de afirmar que "la literatura no tiene por qué ser divertida" puede ser interpretado como una ironía más, pero no. Aunque lo diga –en una conversación con el suplemento 'Exclusive' de EL PERIÓDICO DE CATALUNYA– con media sonrisa y el aire pícaro de sus ojos entrecerrados. El autor, que recibió a principios de mes el Premi Nacional de Cultura, es capaz de infiltrar dejes humorísticos incluso en sus obras más serias, pero como intelectual tiene un discurso serio sobre los caminos que está tomando el mundo editorial en la actualidad.
El erotismo, la literatura y los dilemas de la construcción del mundo 
rebelion.org
Mario Campaña / Se nos convoca para que hablemos de dos realidades que ejercen sobre los seres humanos de hoy una gran fascinación y una turbación que revelan la dimensión excepcional de lo que los une. No se trata de una relación subordinada, o lateral, como la que puede haber entre la literatura y la historia, o entre el erotismo y la pintura, por ejemplo, sino, como he dicho, de una constitutiva, porque de esa naturaleza es el vínculo entre el erotismo y el lenguaje en su forma más creativa. Esa dimensión excepcional parece haber tenido una presencia oscilante entre los convocantes a este evento, a juzgar por las diversas denominaciones que le han dado, como Arte y Erotismo, Erotismo y Cultura e incluso Erotismo, Cultura y Civilización. Es sobre todo situándonos en el contexto que crean estas dos últimas denominaciones que se hará más visible el verdadero alcance del tema que se nos propone.
Los manuscritos más caros de la historia de la literatura
tendencias.vozpopuli.com
Karina Sainz Borgo / La historia de la literatura encierra raros capítulos en sus estanterías. Uno de ellos es el de los fetiches, esos que se cuecen al calor de los temperamentos librescos: una edición muy antigua o un ejemplar firmado que pueden llegar a alcanzar un altísimo valor. Por ejemplo, en mayo de este año salió a subasta una primera edición de El gran Gatsby con notas de F. Scott Fitzgerald que perteneció al crítico y autor Malcolm Cowley y cuyo precio de salida fue de 150.000 dólares.
Sin embargo hay una categoría todavía más pesada: los manuscritos. Sí, los fajos originales con folios llenos de correcciones, tachaduras, comentarios. El texto vivo, en pleno proceso de creación. ¿Cuánto estaría dispuesto a pagar un lector por uno de ellos? El récord lo tiene el manuscrito de En el camino, de Jack Kerouac, vendido por Christie’s en2,4 millones de dólares. El comprador fue el dueño del equipo de fútbol americano Indiannapolis Colts, James Irsay -un pintoresco personaje-, poseedor desde entoncesdel rollo de 36 metros de largo, sin parágrafos ni puntuación, en el que Kerouac escribió la novela emblemática de la Generación Beat en 1951.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario