viernes, 18 de octubre de 2013

Astrolabio / La literatura en la red

Alice Munro, un Nobel para el gran cuento de la vida
elpais.com

Alberto Manguel / Cuando Alice Munro publicó su primera colección de cuentos, Dance of the Happy Shades,en 1968, la literatura canadiense en lengua inglesa apenas existía. Algunos grandes clásicos —Robert Service, Stephen Leacock, Lucy Maude Montgomery, Mazo de la Roche— habían insinuado la posibilidad de una literatura propia de las ex-colonias de América del Norte, pero faltaba establecer una reconocible (y reconocida) identidad literaria.
Conversaciones con el nigeriano Wole Soyinka, Premio Nobel de Literatura
las2orillas.co

Xavi Ayén / El periodista se encuentra en Oviedo, junto a Kim Manresa, en el majestuoso salón del hotel de la Reconquista, mirando su reloj de pulsera con una cierta inquietud. El premio Nobel nigeriano Wole Soyinka se aloja por unos días en este monumento nacional de la capital asturiana para participar en el Día Mundial de la Poesía, organizado por la Unesco y la Fundación Príncipe de Asturias, y queremos solicitarle su participación en esta serie de entrevistas. Finalmente, hace acto de presencia, y disculpa su retraso con una sonrisa: “Lo siento, estaba liberando rehenes”.
Caos y control
pagina12.com.ar

Thomas Pynchon / 1984 fue el último libro de Orwell. En el momento de su aparición, en 1949, había publicado ya otros doce, entre ellos el alabadísimo y popular Rebelión en la granja. En un artículo escrito en 1946, “Por qué escribo”, recordó: “Rebelión en la granja fue el primer libro en que intenté, con absoluta conciencia de lo que estaba haciendo, fusionar en un todo la intención política y artística. Llevo siete años sin escribir una novela, aunque espero redactar una muy pronto. Seguro que será un fracaso, como todos los libros, pero veo con bastante claridad el libro que quiero escribir”. Poco después empezó a trabajar en 1984.
Almudena Grandes: 'La literatura erótica se ha muerto de éxito'
elcomercio.com

Corría el año 1989. La escritora española Almudena Grandes publicó la novela Las edades de Lulú. La trama: una quinceañera se inicia sexualmente. Más tarde se intruce en tríos, variantes de sadomasoquismo y homosexualismo. 

Grandes tenía 29 años y un modesto trabajo como redactora en una editorial. Ganaba poco. El repentino éxito en ventas de su libro (sólo en España se vendieron alrededor de un millón de ejemplares) hizo que replanteara su vida, que se hiciera escritora. Pese a la acogida comercial que tuvo su obra, la crítica no le restó valor literario; algo que no suele pasar. Logradas imágenes sexuales que provocaron aplausos tan incandescentes como las escenas de cama de Lulú.
Del ruso, inglés, al español: literatura intraducible
milenio.com

En una de sus ocasionales lecturas de Finnegans Wake, de James Joyce, el Nobel de Física 1969, Murray Gell-Mann, encontró la palabra quark, con la que nombró a un tipo de partículas elementales. En el libro del escritor irlandés, quark es el sonido que emiten las gaviotas, también es un referencia al brindis “three cheers!” y a un juego de palabras entre Munster, provincia de Irlanda, y su capital Cork.


Por juegos de palabras como ese, Finnegans Wake, escrito durante 17 años y publicado en 1939, es una de las obras de la literatura a las que se les considera intraducibles.
Superficiales, de Nicholas Carr
estandarte.com
“¿Google nos vuelve estúpidos?” Nicholas Carr condensó así, en el título de un célebre artículo publicado por él en la revista estadounidense The Atlantic, uno de los debates más importantes de nuestro tiempo: mientras disfrutamos de las bondades de la Red, ¿estamos sacrificando nuestra capacidad para leer y pensar con profundidad? Sus reflexiones se convierten ahora en libro: Superficiales (¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes?), recién publicado en español por Taurus, en lo que para muchos parece el más revelador análisis de las consecuencias intelectuales y culturales de Internet publicado hasta la fecha.
Mujeres silenciadas en la literatura
escritores.org

Sonia Aldama Muñoz / El silencio estalla en palabras cuando hablamos de literatura escrita por mujeres. Hay varias formas de silenciar a las escritoras, una de ellas, no traducirlas y fomentar el patriarcado en la literatura, es posible que no sea haga de manera consciente, dicen que es cuestión de ventas ¿se hacen estadísticas para demostrar la fiabilidad de esta premisa? Pero pongamos un ejemplo: Elisabeth Bowen y su libro La muerte del corazón. La obra, publicada en 1938, fue considerada una de las 100 mejores novelas del siglo XX. De la biografía de la autora, destacamos que a los 24 años se une al Círculo de Bloomsbury compuesto, entre otros, por Virginia Woolf, L. Wittgenstein o John M. Keynes. Por fin, la editorial Impedimenta publica en 2012 La muerte del corazón de Elisabeth Bowen, 78 años después de su primera edición y con una espléndida traducción de Eduardo Berti.
La mujer Africana en la literatura
lavozdetenerife.com

Rosario Valcárcel Quintana / Los hombres senegaleses queremos que ellas también tengan trabajo y conocimiento", afirma Abou. A su lado, Marie Louise le da la razón: En las universidades africanas hay muchas mujeres, ya es una realidad. Entrevista realizada en un encuentro que se celebró en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria entre universidades africanas y españolas.

África es un continente desconocido e ignorado en muchas de sus facetas y su literatura también.

Sin embargo los escritores africanos encierran una riqueza cultural un lirismo, una magia, una necesidad de contar, de transmitir y de crear su presente y su pasado.
Literatura postfujimorista
ladobe.com.mx

Nahum Torres / Este relato comienza durante el mundial México 86. Se sitúa al interior de un cuarto de tortura en lo que se infiere como las catacumbas de “el Pentagonito”. Desde las primeras líneas existe una alta dosis de violencia.

Hay un razonamiento estético que permite comprender que Bioy (Ediciones Destino, 2012) recibiera el Premio “Francisco Casavella” en 2012 y recientemente fuera nominada al Premio de Novela “Rómulo Gallegos” 2013: su estructura retoma esquemas del lenguaje cinematográfico, lo que se materializa en saltos temporales, en intensas descripciones, en bruscos cambios de perspectivas -es decir, en la superposición de voces. La potente prosa de Diego Trelles Paz (Lima, 1977) prepondera la oralidad de sus personajes, por lo que en esta novela hay una diversidad de narradores.

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