miércoles, 25 de diciembre de 2013

Astrolabio / La literatura en la red

El libro impreso permanece junto al libro electrónico y renueva su diseño.

El retorno del libro
www.dw.de

Pese a la crisis del mercado editorial y de su competencia con los e-books, el libro impreso está vivo y coleando. La atención que se presta a su diseño le permite imponerse ante las tentaciones del mundo digital.
Hace algunos años la situación parecía ser muy diferente: con el auge de los libros electrónicos o e-books, muchos analistas del mercado editorial pronosticaron el fin inminente de los volúmenes impresos tal como se les ha conocido desde hace siglos. Sobre todo los textos de consulta y las enciclopedias empezaron a ser comercializados en formatos digitales. Y, con el paso del tiempo, cada vez más personas se acostumbraron a leer sus cuentos y novelas en dispositivos electrónicos especialmente diseñados para ello.



Escena de «12 años de esclavitud», de Steve McQueen.

Las alas de la literatura privada de libertad
abc.es

Inés Martín Rodrigo / Austin Reed nació como hombre libre a principios del siglo XIX cerca de Rochester, en Nueva York. Tuvo una juventud problemática y terminó internado en la Casa del Refugio de Nueva York, el primer reformatorio juvenil de Manhattan, donde aprendió a leer y a escribir. Hacia 1830, cometió una serie de robos por los que fue encarcelado en la prisión estatal de máxima seguridad de Auburn (Nueva York), donde en 1890 tuvo lugar la primera ejecución en la silla eléctrica en Estados Unidos (hoy es la cárcel más antigua que aún permanece en funcionamiento). Allí, Reed fue sometido a un régimen de aislamiento y tuvo que realizar vejatorios trabajos forzados en el más absoluto silencio, pero encontró tiempo para su verdadera pasión e impulso vital: la literatura. Según se desprende de una extensa investigación que acaba de hacer pública la Universidad de Yale, Austin Reed escribió allí, entre 1830 y 1850, el que se considera el primer libro de memorias de un afroamericano en prisión.



Ilustración de Carmen Solé Vendrell.

La Pequeña Literatura a debate
elcultural.es / Ilustración de Carmen Solé Vendrell: lij-jg.blogspot.com

Daniel Arjona / Han sido reconocidos en 2013 con los dos grandes premios del sector en España. A César Mallorquí le han concedido el Nacional de Literatura Infantil y Juvenil y el Nacional de Ilustración ha recaído en Carme Solé Vendrell. Son los dos mejores creadores actuales en el ámbito de la Pequeña Ficción en español y El Cultural ha conversado con ellos para pulsar la actualidad de un sector en ebullición.

Un amigo de Carme Solé Vendrell (Barcelona, 1944) que trabajaba en Amnistía Internacional viajó en una ocasión a la Amazonía. Allí, en una aldea perdida en la espesura de la selva, en el corazón de las tinieblas, conoció a una niña que quiso enseñarle su más preciado tesoro. Se trataba de un libro infantil ilustrado por Solé. “Aquello dio sentido a mi trabajo”.

Carme Solé lleva toda la vida alimentando con sus ilustraciones la imaginación de los más pequeños. Ha puesto su arte al servicio de un centenar de álbumes, novelas y libros de texto. Ya en 1979 obtuvo el Premio Nacional de Ilustración por El niño que quería volar y en 2013 ha vuelto a reconocerla, esta vez por toda su carrera.



Literatura a paritr del Fan Fiction bíblico.

Literatura a partir del 'Fan Fiction' bíblico
elcomercio.com

Mario Rodas / ¿Qué es el 'Fan Fiction'? Historias no oficiales e 'imaginadas' -¿no lo son todas?- que juegan en un mundo literario creado por alguien más. Se lo ve en torno a obras populares como 'Orgullo y prejuicio' de Jane Austen; 'Harry Potter', de JK Rowling; 'El señor de los anillos', de JRR Tolkien… ¿y la Biblia? En efecto. Podría decirse que no hay libro más popular que la base de una religión milenaria que dicta la fe de millones de personas. Pero no por eso dejan los textos bíblicos de ser una saga literaria de lo más épico: conflictos perpetuos entre el bien y el mal, reinos en guerra, traiciones, éxodos, plagas celestiales, salvadores predestinados… si algo no le falta a este antiguo libro es elementos que estimulan la imaginación.

Imposible evitar, entonces, que historias tan impregnadas en la consciencia colectiva no inciten interrogantes. ¿Qué tanto consideró Jesús rechazar su destino divino? ¿Qué se sentía ser "la madre de Dios"? ¿Cómo conversarían Dios y Satanás? Las respuestas no oficiales abundan, cortesía de audaces imaginadores. 'La última tentación', del escritor griego Nikos Kazantzakis, se replantea a un Jesucristo capaz de debilidad, miedo, depresión y lujuria, para quien morir por la humanidad implica muchas más dudas de las que se mencionan en la Biblia. Se fastidia con su madre. Se desilusiona de su padre. Y María Magdalena deja de ser una pía discípula para convertirse en su esposa.



Andrés Neuman: “Este libro tiene vocación tragicómica”
pagina12.com.ar

Andrés Neuman
Silvia Friera / La ambigüedad de las paradojas irrumpe en ese minuto crítico, tal vez imperceptible por su cualidad esquiva y fronteriza, en que lo trágico deviene cómico. Y viceversa. “¿Por qué me gusta hacerme el muerto? ¿Se trata de una costumbre sádica, como lamentan los amigos o cónyuges más sensibles? ¿Por qué me fascina desde niño, y seguimos siendo niños, quedarme indefinidamente inmóvil, como una momia de mi propio futuro? ¿De dónde sale el agrio placer de asistir al cadáver que todavía no soy?”, pregunta un narrador. Un ataque de risa brutal se reitera cada vez que un suicida intenta gatillar el arma. “Dedícate al humor, me sugirió un amigo, cuando le conté mi tragedia. Pero a mí las bromas –confiesa el atribulado protagonista–, excepto al suicidarme, no me hacen ninguna gracia.”

Soñar con la madre violinista, en el último escenario donde tocó el violín, en el auditorio de Granada, y observar cómo sonríe con placidez cuando desafina, se transforma en una lección medular: aprender a disfrutar de los errores. Las pérdidas pueden condensarse en un estribillo epifánico: “El tiempo nos deja huérfanos. La música nos adopta”.

Una silla de ruedas vacía inaugura un peculiar paseo entre madre e hijo. El simulacro de un fusilamiento, un claro homenaje al escritor Daniel Moyano, es el primer relato de Hacerse el muerto (Páginas de Espuma), el último libro de Andrés Neuman, treinta cuentos –más la yapa de un apéndice– donde lo experimental en el lenguaje y en la forma intensifican la perplejidad emocional de los lectores.



Alessandro Baricco.

Alessandro Baricco: hacia el lado íntimo de la literatura
culturamas.es

Rosa Berbel / Su estilo ha sido retratado, en ocasiones, como exageradamente sutil, una exasperante apología a lo naïf. Por otro lado, ha logrado erigirse como un claro referente del modelo de creación contemporánea, al haber rasgado la estructura primaria de la novela para idear una hilera de imágenes y emociones perfectamente conjugadas. Pero, ¿cómo es realmente la literatura de Baricco?

Nacido en Turín en 1958, Alessandro Baricco acarició el cénit con la publicación de su obra Seda, en 1996, dejando un deleitoso regusto en el paladar de los lectores. Esa lacónica y exitosa novela —para algunos su mejor relato— pasaría ineludiblemente a formar parte de nuestras estanterías, pero no llegaría a ser sino una más de las que hoy componen su recorrido profesional, logrando un sello personal que transciende las críticas y los halagos.



Las mujeres que amaron a Tino Hunter: ‘Un hito en la literatura actual’
laestrella.com.pa



José María Torrijos Legazpi / Organizado por El Instituto para la Consolidación de la Democracia de la Universidad Latina de Panamá, se llevó a cabo la presentación internacional del libro Las mujeres que amaron a Tino Hunter, la primera novela de la periodista panameña Itzel Velásquez, editada por el sello Lumen de la editorial Random House Mondadori.

La presentación del libro contó con la participación del escritor nicaragüense Diego Gutiérrez, quien en su disertación resaltó la calidad de la prosa de Velásquez, así como su capacidad de no sólo ‘reflejar la historia de Panamá en la novela, sino la historia de toda Latinoamérica’. El poeta destacó que con Las mujeres que amaron a Tino Hunter, Velásquez rompió el mito de que en la literatura actual ya no existen las ideas e historias originales.
Las mujeres que amaron a Tino Hunter gira en torno a la vida de un leproso de Chepo, Constantino Hunter, quien debió vivir las dificultades ocasionadas por esta enfermedad, y la relación con las mujeres que lo rodearon a lo largo de su existencia (su madre, su hermana y su sobrina). Mientras se cuenta la historia de Tino y de su relación con estas féminas, también se va contando la historia de Chepo, de Panamá a lo largo del Siglo XX y se conecta con la historia de América Latina en las últimas décadas.



Crónica de una entrevistadora malintencionada: Carol Bensimon, la nueva literatura brasileña
revistaintemperie.cl

Carol Bensimon
Nydia Pando / Me acerqué posteriormente a su presentación en Destinaçao Brasil [en la FIL de Guadalajara], después de haberla contactado por Facebook para obtener una entrevista: creí que me miraría sin muchas ganas, pero sonrió alegre al encontrarme. 


“¿Eres tú la chica que…?”, pero no acabó la frase en portugués porque recordó que habíamos acordado hablarnos en francés, viendo que ninguna dominaba mejor otro idioma –más que el propio, que no era el mismo–. De golpe, sin que pudiera digerir la sonrisa de la escritora que tanto había esperado conocer, llegó la encargada de no-sé-qué-cosa pero que, igual que Carol, cargaba un gafete de prensa: los ojos de la señora se fueron directo a mi pecho para darse cuenta de que yo era la única ahí sin uno. Se volteó cuando intenté alcanzarle la mirada desafiante –no sé bajo qué argumentos– y nos dirigió, a Carol y a mí, a la “Sala VIP de Prensa” de la FIL: nunca había estado en ese sitio. A lo lejos, alcancé a ver a Antonio Ortuño despanzurrado en un sillón blanco, cómodamente, hablando con dos individuos que lo grababan y le ponían un micrófono casi en los dientes: chucha, pensé, yo no traigo ni grabadora.

Al lado izquierdo de la sala había lo que reconocí antes que al mismísimo Ortuño –con su perdón–: bebidas alcohólicas y botana en open-bar. Pensé que, si me ponía idiota con Carol, siempre podía robarme un paquete de galletas saladas y un vaso de tequila antes de salir de la sala para sentir que había salido airosa de ésa. Pero Carol tocó mi hombro y me sacó del ensueño vicioso para introducirme de nuevo al porqué de mi presencia: las dos nos miramos mientras la señora importante nos veía agitada y desesperada, haciendo preguntas que nadie parecía escuchar. Carol me preguntó que cuánto tiempo había contemplado para la entrevista y me quedé embobada sin saber responderle. La señora se desesperó: le recordó que al día siguiente tenían una comida llena de gente importantísima y que no podía perderla de vista. Yo miré a Carol sin saber qué hacer, y ella hizo lo mismo al encontrarme la mirada:

-¿Te quieres quedar aquí?



Entre Proust y Freud: la literatura y el inconsciente
clasicos.hypotheses.org

El lago desconocido entre Proust y Freud. Jean-Yves Tadié.

Francisco García Jurado / Plantear un estudio que relacione a dos gigantes como Proust y Freud no es tarea baladí. Milton Miller, como bien señala nuestro autor, ya había compuesto un libro traducido al francés por Marie Tadié como Psychanalyse de Proust. El libro actual de Jean-Yves Tadié no nace de esa idea tan común de publicar una obra que haga el lugar “ciento uno” dentro de una larga saga bibliográfica. Más bien, se trata del fruto de la reflexión lectora de quien quizá sea el mayor conocedor proustiano de nuestros tiempos. En realidad, y como ya he tenido ocasión de comentar con mi infatigable compañera lectora, María José Barrios, no es un libro que aborde de una manera simétrica las figuras de Proust y Freud. Tadié sabe inmensamente más de Proust que del padre del psicoanálisis, pero esta desproporción confiere al libro un sello personal e intransferible. Más que un dialogo o, como me gusta llamarlo, un “encuentro complejo”, Tadié nos plantea una serie de lúcidas reflexiones acerca de Proust desde ciertas concomitancias con Freud. Concomitancias, por cierto, inevitables, dado que ambos son hijos de un mismo tiempo. Es lo que ocurre, por ejemplo, con la curiosa relación que se plantea entre otros autores literarios y pensadores, como es el caso de Marcel Schwob y Ferdinand de Saussure.

Un breve recorrido por los capítulos de la obra puede dar cuenta de una maestría no sólo en el conocimiento, sino en el arte de narrar el componente psicoanalítico de la obra proustiana. El capítulo primero, “Cuando llega la noche”, es una forma de comenzar, que recuerda, obviamente, a la primera frase de la Recherche: “Longtemps, je me suis couché de bonne heure”. Comienza aquí, incluyendo al capítulo segundo, “Los sueños”, un ensayo sobre lo onírico y su productividad, sobre todo, en la Recherche. Tadié sabe jugar con la ambigüedad entre el autor-Proust y su protagonista narrador, sin olvidar que el autor vive, más allá de su obra fundamental, en otras obras acaso menores. Claro está que en un ensayo como el que comentamos sería artificioso diferenciar entre la vida y la obra del escritor. El sueño, sobre todo el sueño confuso e incoherente, es el que más claves arroja.

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