sábado, 12 de enero de 2013

Astrolabio / La literatura en la red


Françoise Perus: “La literatura de Rulfo establece relaciones de índole artística y ética”
rebelion.org

Mario Casasús / En entrevista con Clarín.cl Françoise Perus, crítica literaria y catedrática francesa, habla de la antología Juan Rulfo, el arte de narrar : “Los textos de mi libro están rehechos, los reescribí después de ir releyendo y reflexionando sobre el núcleo vivo de la obra de Rulfo, siempre tiene facetas nuevas conforme vas dialogando con los textos, colocándolos unos al lado de otros, o cara a cara entre sí, siempre descubres cosas nuevas que enriquecen el diálogo, ningún libro significa por sí solo, sino que adquiere sus significados en el diálogo con los demás, sean próximos o lejanos.

La literatura a través de los premiados: a propósito del Premio Rómulo Gallegos 2013
aporrea.org


Ramón E. Azócar A. / Las presentes líneas son un preámbulo a lo que será en este 2013, la XVIII edición del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos; premio creado en 1964, por decreto presidencial, como iniciativa de reconocimiento al octogésimo aniversario del novelista venezolano. Se estimó desde entonces entregar a comienzos de agosto y con periodicidad de cada cinco años, aunque luego, a partir de 1987, se cambiaría por cada dos años, aludiendo que había una vasta producción literaria en Latinoamérica que iba a quedar muy difícil de valorar en un tiempo tan generosamente amplio.

Josefina Ludmer: 'América latina hace literatura política, una literatura que toma partido'
clarin.com

Patricia Kolesnicov / “Una literatura política –dirá en un rato Josefina Ludmer– es la que toma partido por un sector de la sociedad y lucha con otro”.
–¿Que está ahí para intervenir en la realidad, para hacer algo?
–Para intervenir, exactamente.
Guarden esta idea. Y miren quién es la señora que esta hablando. Josefina Ludmer (conocida como “La China”) es una de las críticas literarias más importantes del país.


Es importante hablar de Efory Atocha ediciones, casi, como un alter ego. No es precisamente una editorial, aunque quizá un día llegue a serlo, quién sabe. Pero de momento soy un escritor que edita determinados autores. Que tiene una idea o criterio ¿de?/formado por años de lectura y edición de libros, ya sea en formato digital, como en papel. Y que en vista de lo truculento y exclusivo de las grandes editoriales, los editores conocidos, y los camajanes impresores cubanos, decide, más por propia necesidad que cualquier otra cosa, mostrar, compartir alguna literatura. 

Literatura low cost
farodevigo.es

José María Pérez Álvarez / A la vista de los actuales y sombríos éxitos editoriales a uno le asaltan ciertas ideas de peligroso pesimismo. Ciertamente, no hay que denostar determinados libros porque alcancen éxitos de ventas. Existen novelas extraordinarias que afortunadamente son del agrado del público y se venden de forma multitudinaria. La poética del fracaso, tan manida, no siempre resulta cierta y quizá cualquier escritor lo que desea en el fondo es conseguir un número de ventas que le permita dedicarse a escribir otra novela durante un tiempo que los que escriben suelen ser tipos así de perversos.

Tropical data: un paseo por lo mejor de la literatura y el erotismo en Internet
pijamasurf.com


Rafael Toriz / Los hechos, paisajes y conflictos que nos circundan, contradictorios e irresolubles, son siempre demasiados. Los escenarios de la existencia van de lo obsceno a los sublime y de la virtud a la vileza en un mismo parpadeo. Vivir conectados con los ojos abiertos implica experimentar la realidad en el nervio de la vorágine (en el océano de lo virtual se despliega una tormenta).

Acaso para combatir el rush impenitente de la vitalidad informativa, las mejores herramientas sean la adaptabilidad, el humor y el pensamiento que se ejercita por cuenta propia: en tiempos de la red, el criterio es un talento. Y también una granada.

La femenina: ¿una literatura marginal?
cronica.com.mx

René Avilés Fabila / No parece una fórmula adecuada dividir la literatura en dos: femenina y masculina. De pronto no es fácil aceptar la postura de un feminismo radical que las separa tajante y que, yendo más lejos, precisa que nunca un hombre puede meterse en la piel de una mujer, lo que nos hace pensar que lo contrario, también es imposible. Sin embargo, Ray Bradbury no fue a Marte para escribir Crónicas marcianas, tampoco el sedentario Jules Verne viajó alrededor del mundo en 80 días, ni Tolstoi y Flaubert necesitaron ser mujeres para trazar esos delicados y agudos personajes que crearon: Emma Bovary y Ana Karenina.


Julio Muñoz Gijón / Aún se jugaba la final de la Copa del Rey a doble partido y todavía no había llegado la Guerra Civil, que Miguel Hernández contó como "el viento se llevó las semanas y la muerte no supo andar despacio". Era 1928 y la final la jugaban Barcelona y Real Sociedad, aquel era el partido de vuelta. En una jugada, el portero del Barcelona, Franz Platko, se golpeó contra un delantero de la Real Sociedad. Quedó conmocionado y con media cabeza abierta, pero volvió a jugar.

Cinco décadas de literatura
revistaenie.clarin.com

Julian Gorodischer / El historiador que se identifica con la posición enunciativa del cronista logra hacer presente el pasado: en este caso, además de construir una trama intemporal, vigente, sinuosa, densamente argumental sobre la base de hechos reales, el peruano Santiago Roncagliolo –autor de La cuarta espada y Abril rojo , jurado del premio Clarín de Novela en 2012– acota su punto de vista a un margen para narrar el centro de la cultura hispanoamericana de los años ‘20 a los ‘60.


En Mi ciudad perdida, la escritora Milita Molina compone un mosaico cuya estructura, fragmentada o irregular, se reproduce a diferentes escalas, repitiendo personajes escondidos en una suerte de simulacro de trama que consigue provocar una escritura, que destaca la sensación de pérdida que atraviesa el libro.

Publicado por Editores Argentinos hnos., el título del libro completo es Ultimos bodrios y tiene dos partes: "La puta gente" y "Mi ciudad perdida", pero además la editorial planea publicar en un futuro próximo la otra parte, titulada La puta gente.

Milita Molina nació en Santa Fe en 1951 y vive en Buenos Aires desde 1976; practicante de múltiples oficios, también fue profesora de Literatura del Siglo XIX en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA).


Adan Kovacscis / Muchas llamadas ha recibido Imre Kertész en estos últimos días. Han sido para felicitarle por el acto que se celebró el día 15 de noviembre, poco después de que cumpliera los 83 años, en la Academia de las Artes de Berlín, a la que el premio Nobel húngaro ha cedido sus manuscritos y que ha creado en consecuencia el Archivo Imre Kertész. También lo llama su traductor español, su “yo español”, como él dice. “¿Y qué contiene ese Archivo?”, le pregunto. “Muy sencillo”, responde, “toda la obra de una vida dedicada a la literatura, un montón de papeles, ni siquiera yo sé lo que hay allí dentro”, añade riendo.

La escuela de Casal
diariodecuba.com

Rafael Rojas / En 1993, en La Habana, el poeta y crítico cubano Francisco Morán Llul reunió a un puñado de jóvenes escritores en un homenaje a Julián del Casal (1863-1893). Era el año del centenario de la muerte del poeta de Hojas al viento y una nueva generación emergía a la literatura cubana con un revelador ejercicio de lectura de aquel modernista habanero del siglo XIX. Cada generación de escritores, pensaba Jorge Luis Borges, crea a sus precursores y el primer acto de creación, como sabemos, no es la escritura sino la lectura.

¿Canon boliviano?
la-razon.com

Walter I. Vargas / El Estado es el Estado, y la Academia es la Academia. Nada pueden los individuos frente a tales realidades. Y como son entidades que se desenvuelven casi autónomamente, deben, inevitable, pero también necesariamente, hacer cosas como los cánones literarios nacionales. Ésta parece que era la intención del Ministerio de Culturas y de la Carrera de Literatura de la UMSA al entregar al alimón las que serían nuestras novelas fundamentales, aunque visiblemente algunas no lo sean. No sean novelas, quiero decir. Por ejemplo, la Historia de la Villa Imperial de Potosí, de Arzans, podrá ser lo fundamental que se quiera, pero vamos, lo que se dice novela... Otro tanto cabe decir de El loco.


Manuel C. Díaz / No creo que exista una lista con los nombres de los escritores que integran la llamada “generación del Mariel”. Al parecer, a nadie se le ha ocurrido confeccionarla. Cuando se habla de ellos, siempre se mencionan los más conocidos, como Reinaldo Arenas, Guillermo Rosales, Carlos Victoria, Reinaldo García Ramos, Juan Abreu, Roberto Valero, Carlos A. Díaz, Luis de la Paz, Andrés Reynaldo, Jesús J. Barquet, Ismael Lorenzo y Miguel Correa. Sin embargo, hay otros que aunque llegaron a través de la flotilla Mariel-Cayo Hueso, no se les asocia (quizás porque nunca reclamaron la membresía) con esa prestigiosa hermandad literaria. Como Rina Lastres, por ejemplo (tal vez la única mujer en el grupo), esa estupenda escritora fallecida recientemente en Madrid, justo cuando después de su jubilación, tras 20 años de trabajo en la Oficina de Transmisiones a Cuba del International Broadcasting Bureau de los Estados Unidos, comenzaba a hacer realidad uno de sus sueños: vivir la vida de escritor.


Julio Cortázar y Gregory Rabassa tejieron una perdurable amistad entre idas y vueltas de traducciones y cartas que cruzaron el Atlántico. En diálogo con dpa, el estadounidense recuerda al escritor como "muy cálido e informal", mientras que el argentino definió alguna vez a Rabassa como "mi amigo, gran traductor e inconmensurable cronopio".

Rabassa, de 90 años, cuenta que no conoció personalmente a Cortázar hasta que terminó su versión inglesa de Rayuela, con la que se inició en el campo de la traducción. La emblemática novela, que este año cumple medio siglo de su publicación, no fue un libro más en su prolífica carrera: Hopscotch le valió en 1967 el National Book Award for Translation.

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